domingo, 27 de noviembre de 2011

"Los estereotipos machistas perviven en las parejas adolescentes"

La prueba está en que el 80% de los adolescentes cree que, en una relación de pareja, la chica debe complacer a su novio, según un estudio de la Federación de Mujeres Progresistas presentado en Madrid. Estos datos, extraídos de 1.396 cuestionarios realizados a jóvenes de entre 14 y 18 años en Madrid y Burgos, demuestran que la idea del "amor romántico" es la base de las relaciones de pareja. Es decir, "la historia del príncipe y la princesa", como relata la presidenta de la federación, Yolanda Besteiro: "La posición de la mujer en el mundo siempre es en referencia a lo que sea el novio, de manera que el objetivo de ella es complacerle a él". Eso explica que tres de cada diez adolescentes encuestados consideren que una mujer se siente "realizada" cuando tiene novio. Además, según el estudio, más del 40% de los jóvenes cree que "el chico debe proteger a su chica" y seis de cada diez considera que los celos son "normales" en una relación de pareja.
"Si se ponen celosos, te están demostrando que te quieren", argumenta Silvia, de 16 años, "lo que pasa es que hay que ponerles límites para que no se vuelvan locos". Durante la hora del patio en el instituto San Isidro de Madrid, Iria cuenta que a su exnovio no le gustaba que ella saliera de juerga. "Yo, para joderle, salía casi todos los días", afirma, "pero tengo amigas que, por no discutir, les hacen caso".
Estas situaciones de control por parte de ellos y sumisión por parte de ellas "pueden suponer el preludio de episodios considerados violencia de género", alerta Besteiro. De hecho, otra chica, Carolina, cuenta como su exnovio lleva varios días plantándose en su casa y llamándola a gritos para que se asome a la ventana. Pero sólo se asoman su padre y su hermano para que el chico, que todavía no ha asumido la ruptura, se vaya a su casa y deje tranquila a Carolina. Ella cuenta la historia un poco avergonzada, pero dice que no le "agobia". Esta actitud tampoco es aislada, porque, según el estudio, los adolescentes suelen vincular la violencia de género únicamente al ámbito doméstico, a las relaciones de pareja y a problemas de alcohol y drogas. Sólo el 21% relaciona esta lacra con el machismo.

martes, 17 de mayo de 2011

Las jóvenes viven un "espejismo" igualitario

Varias expertas y jóvenes activistas creen que la lucha feminista se ha relajado entre las adolescentes

PAULA DÍAZ MADRID 16/05/2011 08:00 Actualizado: 16/05/2011 13:36

Feministas de Justa Revolta, en Sabadell. arnau bach

Nuestras madres nos han contado que la revolución ya está hecha, que en los setenta ya consiguieron lo que demandaban. Ahora vemos que nuestra vida no es más complicada que la de un hombre. Por eso la lucha feminista se ha relajado, sobre todo, entre las más jóvenes". Esta es la conclusión de Rita Maestre, estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, de 23 años, y miembro de la asociación Contrapoder.
Como ella opinan varias expertas feministas, que alertan del "espejismo" de igualdad que viven las adolescentes hoy en día. Así lo define Laura Nuño, catedrática de Género, que cree que las jóvenes sólo se dan cuenta de las desigualdades entre hombre y mujer "cuando tienen hijos o cuando quieren promocionar su carrera". En la misma línea se posiciona Gimena Llamedo, presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes. "Las más jóvenes no ven el techo de cristal, la diferencia salarial, la falta de conciliación; no se dan cuenta de que hay que seguir luchando", concluye.
Un 4,3% de las menores justifica el uso de la violencia en conflictos de sexo
"Las jóvenes no perciben la lucha feminista como necesaria porque viven en una falsa apariencia de igualdad", resume Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas. "Simplemente, no son conscientes del problema", confirma Rita Maestre.
En Sabadell (Barcelona), las jóvenes feministas de Justa Revolta comparten su postura. "A mí me educaron igual que a mi hermano", señala Georgina Monge, de 25 años, activista de la asociación desde hace más de siete años. "Pero cuando cumplí los 15 y empecé a relacionarme con chicos vi conductas que no me gustaban, como la posesividad y los celos, y ahí me di cuenta de que había cosas que cambiar", añade.
Pero no todas las jóvenes reaccionan ante esas actitudes. El informe Igualdad y prevención de la violencia de género en la adolescencia, elaborado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, alertó el verano pasado de que el 9,2% de las chicas de entre 13 y 18 años ha sufrido situaciones de maltrato por parte de su pareja: insultos, golpes e, incluso, obligación de realizar prácticas sexuales.
"Entienden el control como cuidado", alerta una catedrática.
Además, un 26,2% de los chicos y un 10,1% de las chicas, no consideran el control y el insulto por parte de su pareja como síntomas de violencia machista. En conflictos de sexo, un 4,3% justifica el uso de la violencia.

Permisividad al maltrato

"Si toleran eso es probable que en un futuro tengan una permisividad muy alta al maltrato", alerta Besteiro. Rita Maestre señala, además, que "hay otras formas de violencia simbólica aceptadas por las adolescentes, como permitir que te toquen el culo en una discoteca".
"Las jóvenes ven el feminismo como algo antiguo, pero sus modelos afectivos se basan en una idea de amor a lo John Wayne, en la que control es sinónimo de cuidado", sentencia Nuño. Además, "viven la soledad como un fracaso y por eso es más fácil que traguen con lo que sea para no estar solas", añade la catedrática.
¿La solución? Un proceso de socialización que cambie esos modelos, la adaptación del mensaje feminista a la nueva generación y la coeducación en las escuelas, concluyen las feministas.

martes, 12 de abril de 2011

"Maltrato sutil"

Pincha en el enlace y luego piensa si es o no cierta la historia.
Verás cómo la sociedad nos va creando unos ideales que vamos asimilando de tal manera que cuando nos damos cuenta ya no somos nosotras mismas.
No dejes que te quiten tu autoestima.
Sé fuerte, se siempre TÚ MISMA.

domingo, 6 de marzo de 2011

8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER

8 de marzo

Día de Las Naciones Unidad para los Derechos de la Mujer y La Paz Internacional


Ésta es una celebración que las Naciones Unidas declararon en el año 1975, pero que tiene sus orígenes en el año 1908 en Nueva York.

A comienzos de siglo, muchas mujeres se incorporaron al trabajo en las fábricas en unas condiciones muy duras: jornadas laborales larguísimas, de doce y más horas, recibiendo salarios inferiores a los de los hombres.

A medida que las mujeres se iban incorporando al mundo laboral, se hacía más evidente que aquella situación no era justa, y poco a poco empezaron a organizarse.

Una de las protestas reivindicando mejores condiciones laborales fue la que protagonizaron las trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York, en Estados Unidos.

Era el 8 de marzo de 1908 y las trabajadoras se encerraron en el interior para pedir que se les redujera su jornada laboral a 10 horas. El propietario de la fábrica decidió incendiar el edificio para hacerlas salir de allí, pero el resultado fue de 129 trabajadoras muertas.

Estos son los hechos puntuales, que nos sirven de referencia concreta para conmemorar este día, pero el 8 de marzo es mucho más que la celebración de unos hechos concretos. Por eso, en este día dedicamos una jornada de reflexión sobre el largo camino que las mujeres han tenido que recorrer para ver reconocidos sus derechos.

Solo tenemos que fijarnos que, entre el año 1908, en que se sucedieron los hechos de la fábrica Cotton en Nueva York, y 1975 cuando Naciones Unidas declara el 8 de marzo "Día Internacional de la Mujer", han pasado casi 70 años.

Se comenta que el color malva, como símbolo de la lucha feminista se debe a que ese era el color de tejido con el que esas mujeres trabajaban en aquel momento.

"Las mujeres siempre fueron guardianas de sabiduría y de humanidad, lo que las convierte en líderes natos, mas por lo común, ignorados. ha llegado el tiempo de mandar abiertamente, pero junto con y no contra los hombres". (Charlotte Wolff).


martes, 8 de febrero de 2011

¿De verdad sabes cómo viven las mujeres?


-  Las mujeres y los hombres no disfrutan de los mismos derechos sociales, políticos y económicos en ningún lugar del mundo; por roles, estereotipos, responsabilidades…

-  Las mujeres constituyen el 70% de la población actual que vive en la pobreza.

-  Las complicaciones que surgen en el embarazo son una de las principales causas de mortalidad en ellas. Cada minuto muere una mujer en el mundo por complicaciones en el embarazo y cerca de 500.000 mueren cada año por causas relacionadas con el embarazo, sobre todo en países del Sur.

-  Tan sólo un 1% de la propiedad mundial está en sus manos. En muchos países, las mujeres son las últimas en heredar, no pueden constar como propietarias de sus tierras o viviendas, ni abrir una cuenta corriente, ni acceder a un crédito.

-  Tienen menos poder y presencia en la política que los hombres. Los avances de los últimos años no son suficientes en el ámbito de los gobiernos centrales.

-  Trabajan de cinco a seis horas más que los hombres en Europa Occidental. Su trabajo es invisible y en la mayoría de los casos, peor remunerado. Realizan más de la mitad de la carga global de trabajo en el mundo, pero sólo un tercio de ese tiempo es recompensado económicamente.

Mueveteporlaigualdad.org (acceso directo en "enlaces de interés")

miércoles, 26 de enero de 2011

¿Nacemos para ser iguales?

Nacer niño o niña condiciona en las personas adultas y en toda la sociedad una serie de conductas, atribuciones y expectativas que marcarán de manera definitiva el desarrollo de la personalidad y la identidad.

Las ideas acerca de lo que deben hacer o cómo deben ser hombres y mujeres junto con las conductas que culturalmente se consideran apropiadas a cada grupo se aprenden desde muy temprano. A la vez que el niño/a va interiorizando estos estereotipos y roles de género va también identificándose con uno de los grupos, formando así su identidad como niño o niña.

Hacia los dos años, los niños ya reconocen a los hombres y las mujeres y también saben si ellos mismos son niños o niñas. Desde esa edad, o incluso antes, los niños prefieren jugar con juguetes asociados a su grupo.

Entre los 3 y los 6 años, adquieren la identidad de género (conjunto de valores, actitudes, estereotipos y roles ligados al grupo de referencia: hombres o mujeres, con los que se reconocen).

Según las teorías del aprendizaje, los niños y niñas aprenden a comportarse como hombres o mujeres en función de lo que las personas adultas y la sociedad les enseña. De hecho, los padres y las madres no se comportan de la misma forma con sus hijos e hijas. Aunque ambos son igual de cariñosos y fomentan la independencia en sus hijos e hijas, existen ciertas diferencias de trato ligadas al género.

Hacia los 4 años, ya nos organizamos según los estereotipos de género. Convenciones sociales que con tan corta edad, no podemos saltarnos. Es extraño que un niño actúe de madre o realice conductas asociadas a mujeres y se prefiere de forma muy marcada a compañeros de juego del mismo sexo. En esta edad, muchos niños y niñas ya habrán integrado en su pequeña cabecilla  que cuidar a los bebés es una tarea asignada sobre todo a las mujeres y que los hombres se ocupan más a menudo de cuestiones mecánicas como arreglar el coche.

Los esquemas de género se adquieren muy pronto porque nuestra sociedad establece muchas distinciones significativas entre hombres y mujeres que estas criaturas perciben desde temprano, pero son instrumentos que se emplean toda la vida. Durante la edad adulta  género también nos dirigirán las conductas, expectativas, atribuciones y valoraciones que se hagan sobre lo que es propio de las mujeres y lo que es propio de los hombres.

A todo ello, añadámosle la influencia de los medios de comunicación: “La repetición de mensajes, imágenes y eslóganes sencillos pueden crear nuestro conocimiento del mundo, definiendo lo que es verdad y concretando cómo hemos de conducir nuestra vida” (Pratkanis y Aronson, 1994)

jueves, 20 de enero de 2011

Falsos mitos y creencias


Nos referimos con ello, a esos rumores sin fundamento que construyen una creencia errónea. Lo malo de ello, es que las personas que lo escuchan, debido al poco conocimiento que se pueda tener en cuanto al tema, la toman como verdadera.

“Sólo en las familias con problemas hay violencia” En todas las familias y uniones hay problemas, bien económicos, laborales, de salud o derivados de la propia convivencia entre varias generaciones, pero lo que diferencia a una de otras es la manera de enfrentarlos. Unas lo hacen a través de la violencia y nunca lo resuelven, sino que lo agravan, otras en cambio, para lograrlo utilizan la escucha, el diálogo, el respeto mutuo y la negociación.

“Hombres adictos a drogas como el alcohol, parados, con estrés en su trabajo, etc, son violentos como efecto de su situación” Se intenta justificar a estos hombres por sus circunstancias. Pero se desmiente al demostrar que también son violentos cuando no están sometidos a ninguna adicción o situación conflictiva concreta. Además muchos de estos hombres no son violentos en su medio social o laboral, teniendo una imagen de persona respetable e incluso admirada.

“La violencia dentro de casa es un asunto de la familia y no debe salir ni difundirse fuera” Creer que la familia es un ámbito privado e intocable, ha hecho que siempre se vea disculpada e ignorada la violencia en el espacio doméstico. Ante los delitos que se realizan en la familia las personas callan y no intervienen por su falso respeto a su intimidad. Ningún acto que dañe a una mujer física y/o psicológicamente puede se considerado como un asunto privado de familia.

“la violencia la sufren un tipo concreto de mujeres, con características muy estereotipadas mujer pasiva, joven, sin trabajo remunerado, con descendencia y que vive con alcohólico o parado” Sin embargo, hay que tener en cuenta que cualquier mujer puede sufrir este tipo de violencia. No hay un perfil de mujer que tienda a ser maltratada. Con esta idea sólo se consigue reducir el problema y  tranquilizar pensando que es una situación que afecta a determinadas mujeres.

“Si no se van es porque les gusta” A veces nos hacen creer que las mujeres no se separan de los hombres maltratadores porque disfrutan con las agresiones. La dependencia económica, la falta de relaciones afectivas donde apoyarse y el estado emocional en que se encuentran (pérdida de autoestima, depresión, miedo,...) unido a la esperanza de que su pareja cambie, son entre otros, los motivos, por los que una mujer tarda en tomar la decisión de abandonar al agresor.

“Cuando las mujeres dicen NO quieren decir SI” Los hombres violentos piensan que las mujeres no se atreven a manifestar sus deseos sexuales y por ello creen que las tienen que obligar o forzar. Cuando una mujer dice NO, significa que NO QUIERE.

“En el caso de que tengan hijas/os es mejor que aguanten” No es cierto, si la mujer es agredida los niños y niñas presencian la humillación de sus madres, convirtiéndose en testigos y en muchos casos también en víctimas directas; produciéndoles trastornos de conducta, de salud y aprendizaje. Los/as niños/as incorporarán un modelo de relación que reforzarán con sus iguales. Este modelo puede ser reproducido en futuras relaciones de pareja o con sus hijas e hijos e incluso hasta con sus propias madres.

“Los casos de violencia doméstica son escasos, más bien se trata de situaciones aisladas”. Una de cada tres mujeres en el mundo ha padecido malos tratos o abusos.

“Los hombres maltratados por las mujeres constituyen un problema tan grave como el de las mujeres maltratadas”. El 95 % de las personas adultas son mujeres.

“La violencia es un problema de las clases sociales bajas”. Es una percepción porque la violencia es más visible y pública en los estratos más bajos, las clases altas tienen acceso a la atención privada de médicos, psicólogos,,, lo que les permite ocultar el problema.

“El maltrato doméstico es producto de algún tipo de enfermedad mental”. Estudios realizados muestran que menos del 10% de los casos de malos tratos son ocasionados por trastornos psicopatológicos de alguno de los miembros de la pareja.

“El abuso de drogas y alcohol es responsable de la violencia doméstica”. Puede favorecer la emergencia de conductas violentas, pero no las causa.

“Las víctimas de maltrato a veces se lo buscan, hacen algo para provocarlo”. Es posible que en algunos casos la conducta de las víctimas provoque enojo, pero la conducta violenta es responsabilidad exclusiva de quien la ejerce.

“La mayoría de las víctimas de violencia doméstica no sufren heridas de gravedad”. La violencia doméstica causa más lesiones a las mujeres que el total de los accidentes de tráfico.

“El maltrato psicológico no es tan grave como el maltrato físico”. El abuso emocional continuado provoca consecuencias muy graves desde el punto de vista de la salud mental de las víctimas.

“La conducta violenta es algo innato, que pertenece a la esencia del ser humano”. Son conductas aprendidas a partir de los modelos familiares y sociales que consideran la violencia como un recurso válido para resolver conflictos.

martes, 11 de enero de 2011





SER MUJER

 Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo, ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas y pliegues
y suaves hondonadas,
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado

el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
Nacieron así las ideas,
los sueños, el instinto.
Todo lo creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen
mujer todos los días,
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas 
y bendigo mi sexo.

“Un pequeño homenaje para las mujeres. De todas las edades y nacionalidades. Sobre todo para las que contra viento y marea siguen amando, soñando y luchando por un mundo mejor”.

Gioconda Belli